Con el objetivo de mejorar la salud y prevenir la enfermedad, se le recomienda a los adultos dedicar al menos 150 minutos a la semana a la práctica de actividad de intensidad moderada, o 75 minutos de actividad vigorosa cada semana, o una combinación equivalente de ambas intensidades. Por otro lado, es fundamental incluir actividades de fortalecimiento muscular de los grandes grupos musculares al menos dos veces por semana, junto con ejercicios de flexibilidad o equilibrio.
El estar físicamente activo es una de las mejores maneras de cuidar la salud y el bienestar.
Beneficios
La actividad física ofrece una variedad de ventajas para la salud, que incluyen tanto aspectos físicos como mentales, promoviendo un bienestar integral. En primer lugar, ejerce un impacto positivo en la salud cardiovascular al fortalecer el corazón y mejorar la circulación sanguínea, reduciendo así el riesgo de enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares. Contribuye también al control del peso corporal al quemar calorías y mantener un peso saludable, lo que ayuda a prevenir la obesidad y la diabetes tipo 2. Nuevas investigaciones han demostrado de manera consistente que la actividad física regular está vinculada con una reducción significativa en el riesgo de desarrollar varios tipos de cáncer, como el cáncer de colon, mama y endometrio. La actividad física regular fortalece los músculos y los huesos, lo que mejora la salud musculoesquelética y reduce el riesgo de osteoporosis.
A nivel emocional, la práctica de ejercicio libera endorfinas, neurotransmisores que promueven un estado de ánimo positivo y reducen el estrés, la ansiedad y la depresión. Esta mejora del bienestar mental se traduce también en una mayor energía y vitalidad en la vida diaria, aumentando la resistencia y reduciendo la fatiga.
El ejercicio regular promueve un sueño más profundo y reparador, lo que beneficia la calidad del descanso y ayuda a combatir el insomnio. En términos cognitivos, la actividad física mejora la función cerebral, incluyendo la memoria, la concentración y la agilidad mental. El compromiso con la actividad física también puede aumentar la autoestima y la confianza en uno mismo al mejorar la imagen corporal y la sensación de logro personal.
Estos beneficios destacan la importancia de integrar la actividad física en la rutina diaria para mantener una vida saludable y equilibrada.
A MÁS ACTIVIDAD FÍSICA, MAYOR BENEFICIO, PERO CUALQUIER CANTIDAD DE EJERCICIO ES MEJOR QUE NADA
Hábitos prácticos para practicar actividad física regular:
- Define objetivos específicos y alcanzables relacionados con la actividad física, como caminar cierta distancia cada día o realizar ejercicio durante cierta cantidad de tiempo.
- Dedica un tiempo específico en tu agenda para la actividad física, de manera que se convierta en una prioridad en tu rutina diaria.
- Opta por actividades físicas que te resulten agradables y te motiven a mantenerte activo/a. Puede ser cualquier cosa, desde caminar al aire libre hasta practicar un deporte que te guste.
- Busca oportunidades para moverte más durante el día, como subir escaleras en lugar de tomar el ascensor o caminar en lugar de conducir para distancias cortas.
- Alterna entre diferentes tipos de actividades físicas para evitar el aburrimiento y trabajar diferentes grupos musculares. Esto también reduce el riesgo de lesiones por sobreuso.
- Establece un horario regular para realizar actividad física y mantente comprometido/a con tu plan, incluso cuando tengas días ocupados o no te sientas motivado/a.
- Lleva un registro de tu progreso y actividades físicas realizadas para mantenerte motivado/a y celebrar tus logros.
- Presta atención a las señales de tu cuerpo y ajusta la intensidad y duración del ejercicio según sea necesario para evitar lesiones y fatiga excesiva.
- Realiza actividad física con amigos, familiares o grupos de ejercicio para aumentar la diversión y la motivación, y fortalecer los lazos sociales.
- Acepta que habrá contratiempos y cambios en tu rutina, y sé flexible para ajustar tu plan de actividad física según sea necesario sin sentirte culpable.
- Considera el uso de dispositivos como podómetros o smartwatches que rastreen tu actividad diaria y te proporcionen información sobre tus niveles de actividad y progreso.
- Utiliza los momentos de descanso o tiempos muertos durante el día para realizar actividades físicas breves pero efectivas, como estiramientos, ejercicios de fuerza o caminatas cortas.
- Crea un entorno en tu hogar o lugar de trabajo que te motive a mantenerte activo/a, como tener imágenes inspiradoras o un espacio dedicado para hacer ejercicio.